Existen varios tipos de estrategias de inversión que se adaptan a casi todos los niveles de riesgo, participación y oportunidad. Encontrar la mejor estrategia te ayudará a comprender tus preferencias personales y tu situación financiera. Lo mejor que podemos recomendarte es que investigues: lo que funciona muy bien para un amigo puede no funcionar para ti. Hay mucho en juego cuando se trata de invertir, pero puedes encontrar una estrategia que refuerce tu salud financiera y te ayude a alcanzar tus objetivos con la determinación correcta.
Una estrategia de inversión adecuada te llevará a conseguir la libertad financiera que necesitas. En ocasiones, esta libertad financiera te ayudará a completar tus ingresos regulares, conseguir ahorros adicionales para la jubilación o pagar deudas. En definitiva, las mejores estrategias de inversión tienen un impacto positivo en tu salud financiera.
En la actualidad, podemos encontrar multitud de tipos de estrategias de inversión desde acciones y bonos hasta bienes raíces. En este artículo, te mostraremos algunas estrategias de inversión para principiantes que te ayudarán a encontrar la opción más adecuada a tu situación y objetivos personales.
¿Qué es una estrategia de inversión?
En una estrategia de inversión es muy importante que tracemos un plan específico para conseguir ingresos por medio de fuentes alternativas. El tipo de fuente utilizada se determina mediante la evaluación de las metas que queremos conseguir, la tolerancia al riesgo, las necesidades y la salud financiera. En función del tipo de inversión que realicemos, vamos a tener diferentes niveles de participación y capital para que estas tengan éxito.
Son muchas las razones que nos pueden llevar a invertir, sin embargo, en todos los casos el objetivo de esta inversión es reforzar nuestras finanzas. Las mejores estrategias de inversión dependerán del capital disponible y te brindarán una forma de seguridad financiera. Los distintos tipos de estrategias de inversión por los que podemos optar traen consigo diferentes niveles de riesgo y están asociados con el momento del mercado en el que nos encontramos.
Cómo elegir tu estrategia de inversión
Antes de empezar a plantearnos nuestra estrategia de inversión es importante realizar un análisis previo de nuestra salud financiera. En este análisis, debemos evaluar cuánto gastamos, dónde podemos ahorrar, cuántos ingresos generamos y revisar si tenemos alguna inversión de la que no somos conscientes. A continuación, te presentamos algunos de los tipos de inversión más utilizados:
Tipos de inversión
Cuando buscamos la mejor estrategia de inversión, no solo debemos buscar aquella que genere mayor número de ingresos, sino que debemos evaluar muchos más factores. En este sentido, es recomendable que antes de invertir evaluemos el nivel de riesgo que toleramos así como la dedicación que podemos tener para esta actividad.
1. Inversión a corto plazo
Las inversiones a corto plazo ofrecen resultados en un período inferior a tres años, algunos ejemplos de este tipo de estrategias pueden ser las ventas al por mayor, las cuentas de ahorro de alto interés, los bonos a corto plazo o las cuentas de gestión de efectivo. Normalmente, los inversores suelen utilizar las estrategias a corto plazo cuando están esperando realizar un desembolso de capital fuerte o desean realizar una inversión en otra fuente de ingresos para la que no disponen del suficiente capital. El factor clave de este tipo de estrategias es la búsqueda de rentabilidad a corto plazo, pero debemos ser conscientes de que estos resultados serán diferentes a los que conseguiríamos sí nuestra estrategia fuera a largo plazo.
2. Inversión a largo plazo
La inversión a largo plazo es lo primero que se nos viene a la mente cuando pensamos en invertir. Esto incluye bienes raíces derivados de alquileres, acciones, fondos mutuos, etc. Las inversiones a largo plazo son capaces de ofrecernos rendimientos a lo largo de los años durante el tiempo que permanezcamos en el mercado. Este tipo de estrategias son una excelente opción, ya que normalmente implican un menor riesgo y una mayor rentabilidad si las comparamos con otros tipos de inversiones. Cuando realizamos una inversión a largo plazo debemos ser conscientes de que nuestro capital permanecerá bloqueado durante periodos largos de tiempo.
3. Inversión activa
Una inversión activa es aquella que requiere por parte del inversor una participación regular. Un ejemplo de este tipo de estrategia se da cuando los inversores controlan sus propias carteras de acciones, en lugar de trabajar con una entidad financiera o un asesor. Las estrategias de inversión activa pueden ser una excelente opción para cualquier tipo de persona que quiera trabajar sus finanzas, ya sea a través de la gestión de carteras o mediante la inversión en bienes raíces.
4. Inversión Pasiva
Hablamos de estrategias de inversión pasiva cuando nos permiten a los inversores no realizar ningún tipo de acción y seguir generando beneficios. Podemos encontrar multitud de ejemplos de este tipo de estrategia, pero la más común son los fondos indexados o el alquiler de propiedades. Este tipo de inversión es elegida con frecuencia por aquellos inversores que buscan completar sus fuentes de ingresos regulares o ahorrar para la jubilación.
5. Inversión de alto riesgo
Es común pensar que, cuando hablamos de inversiones de alto riesgo, las asociemos con altos niveles de ganancia o recompensas, pero no siempre es así. Algunos ejemplos de estrategias de inversión de alto riesgo incluye invertir en startups o en el mercado de valores. Por lo general, los inversores más jóvenes tienden a apostar por este tipo de estrategias de inversión.
6. Inversión de bajo riesgo
Cuando nos iniciamos en el mundo de las inversiones, es habitual, que optemos por la inversión de bajo riesgo, ya que son una excelente opción para personas de todas las edades. En este tipo de estrategias, los inversores podrán obtener algún tipo de rendimiento sin poner en demasiado peligro su inversión inicial o arriesgarse a tener grandes pérdidas. Dentro de este tipo de inversiones destacan las cuentas de ahorro o la compra de bonos.
Otro punto a tener en cuenta en este tipo de inversiones es la diversificación de la inversión, con el fin de disminuir nuestro riesgo distribuimos nuestro capital a invertir. Una cartera de activos diversificada nos ayudará a protegernos de posibles perdidas en caso de que alguna de nuestras inversiones no funcione bien.
¿Cuáles son los 3 tipos activos para inversores principiantes?
Históricamente, podemos encontrar algunos tipos de activos que han funcionado bien y que se han convertido en una excelente opción para inversores principiantes. Estas formas de inversión básicas están directamente relacionadas con los diferentes niveles de riesgo que queramos asumir. Si estás pensando en invertir, aquí te dejamos tres activos con los que poder empezar:
- Acciones: son esencialmente participaciones de una empresa que los inversores pueden comprar, mantener y vender para obtener ganancias. Al comprar acciones, los inversores están poniendo capital en una empresa que creen que funcionará bien con el tiempo, aumentando así su inversión inicial. Las acciones pueden subir y bajar de valor, lo que agrega cierto nivel de riesgo a esta estrategia. Aunque este riesgo a menudo se contrarresta con plazos de inversión prolongados y alguna forma de gestión de cartera profesional.
- Bonos: La compra de bonos puede ser una buena estrategia de inversión a largo plazo y de bajo riesgo para cualquier persona interesada en hacer crecer su capital. Los bonos suelen estar garantizados por una empresa o el gobierno, según el tipo, y proporcionan rendimientos en forma de pago de intereses. Si bien los bonos no son conocidos por sus altos rendimientos, pueden ser una excelente manera de diversificar tu cartera.
- Fondos mutuos: Los fondos mutuos son cuentas que colocan su capital en múltiples inversiones, como acciones y bonos. Estos fondos se administran profesionalmente y tienen una estrategia de inversión designada dentro de sí mismos. Pueden tener inversiones mínimas más altas en comparación con otras opciones, sin embargo, se considera que funcionan bien.
Las mejores estrategias de inversión para principiantes
Hay una razón por la que tantos nuevos inversores utilizan las mismas estrategias: el equilibrio. Las mejores estrategias de inversión para principiantes prometen un gran equilibrio entre el riesgo y la rentabilidad potencial. Aquí hay algunos ejemplos que te podrán ayudar:
- Inversiones de compra y retención: la estrategia de compra y retención hace referencia a la realización de una inversión inicial para mantener el activo hasta que este suba de valor. El ejemplo más simple de esto es comprar acciones y luego venderlas después de que estas acciones aumenten de valor. Comprar y mantener también es una estrategia popular en bienes raíces, ya que las propiedades tienden a aumentar su valor fuertemente con el tiempo. Estos tipos de inversión son excelentes para principiantes, ya que ofrecen cierta protección contra caídas a corto plazo en el mercado.
- Inversión de ingresos: esta estrategia implica seleccionar activos que generen ingresos y pagos a intervalos regulares. El alquiler de propiedades son un ejemplo común de inversión de ingresos, ya que puedes obtener ingresos mensuales derivados del alquiler. Esas ganancias se pueden usar para expandir aún más tu cartera de inversiones. Otras estrategias de inversión de ingresos comunes incluyen acciones de dividendos, fondos indexados y algunos bonos.
- Inversiones de crecimiento: otra estrategia popular para principiantes es identificar activos en crecimiento. Esto significa buscar empresas emergentes y comprar acciones antes de que el negocio despegue. Uno de los ejemplos más populares de la utilización de una estrategia de inversión de crecimiento es la compra de acciones de startups emergentes.
- Coste promedio de adquisición: el coste promedio de adquisición o average cost dollar implica una inversión regular en activos. Con esta estrategia, los inversores eligen una cantidad y un intervalo para agregar fondos a sus activos existentes. Por ejemplo, invertir automáticamente todos los meses 100 euros en un plan de pensión.
- Inversiones de valor: la inversión de valor es esencialmente el equivalente a comprar una ganga en el mundo financiero. Esta estrategia implica identificar inversiones que tienen un precio por debajo de su valor y que se espera que crezcan. Esto podría significar buscar una propiedad en un vecindario prometedor o tal vez comprar acciones de una empresa menos conocida que se espera que despegue.
- Comprar al índice: los fondos indexados pueden contribuir a una cartera completa y son una excelente manera de diversificar cuando estas empezando. Investiga diferentes fondos indexados para comenzar y elige inversiones que comprendas. Ten en cuenta que siempre hay riesgos asociados con las acciones, y comprar índices a menudo se considera mejor como una estrategia a largo plazo.
Claves a tener en cuenta antes de invertir
Todos podemos ahorrar, pero no muchos se sienten preparados para invertir. En ocasiones, puedes pensar que la inversión esta muy relacionada con los juegos de azar, pero si invertimos de forma adecuada no tiene por qué ser una perspectiva aterradora. Ningún consejo que te podamos dar garantizará tu éxito, pero estos te pueden ayudar a lograrlo:
Ten claros tus objetivos de inversión
Quizás sea una pregunta tonta, pero ¿por qué haces esto? Recuerda que una estrategia de inversión es un medio para un fin, por lo que debes decidir qué resultado final estás buscando. En función de estos objetivos tendrás que llevar a cabo diferentes tipos de inversión, por lo que es muy importante definir tus objetivos y el método para conseguirlos.
Invierte en lo que sabes
Si planeas invertir en un tipo particular de acciones en lugar de optar por un fondo busca qué ventajas te ofrece. Por ejemplo, si has pasado toda tu vida trabajando en el sector de la tecnología, entonces puedes tener una idea de las empresas de tecnología emergentes y reconocer una buena opción de inversión. Es cierto que invertir en empresas individuales es una estrategia de alto riesgo, pero si realmente conoces tu campo y estás preparado para correr el riesgo, cualquier información que puedas tener supone una ventaja. Por otro lado, no te sumerjas en un sector que no entiendes solo porque se ve atractivo en ese momento.
Ser un aficionado
El verdadero aficionado tiene una gran ventaja, porque la palabra ‘aficionado’ en realidad significa ‘alguien que hace algo por amor a hacerlo’. Para maximizar tus posibilidades de éxito en la inversión, realmente necesitas amar lo que estás haciendo. Infórmate sobre inversiones, estudia a los expertos, conviértelo en tu pasatiempo: prueba y disfruta de la aventura por sí misma. Esto crea beneficios dobles: no solo aumenta tus posibilidades de tomar buenas decisiones, sino que también significa que invertir se convierte en parte de tus gastos discrecionales, por lo que no sentirás que está haciendo sacrificios.
Juega el juego largo
También conocido como el juego de la espera. La naturaleza a largo plazo de la mayoría de las inversiones es quizás la lección más difícil de aprender para los principiantes. Es cierto que las acciones pueden generar ganancias significativas a corto plazo, pero también pueden perder valor rápidamente. Convertirte en un inversionista serio es aceptar este riesgo y encontrar una manera de trabajar con él. Así que comienza estableciendo tus objetivos, no seas impaciente y no entres en pánico. Recuerda que el mercado de valores ha superado al efectivo durante cada período de 20 años desde 1926.
¡Diversificar!
Charles Darwin reconoció que las criaturas que estaban demasiado especializadas eran las principales candidatas a la extinción. Lo mismo ocurre con las estrategias de inversión. Siempre debes apuntar a una cartera diversa, y por diversa no solo nos referimos a acciones en diferentes tipos de empresas, sino a muchos tipos diferentes de activos en total: acciones, bonos y efectivo son las tres categorías principales (las materias primas también son una opción). La idea es que cuando una clase de activos está en apuros, otra estará creciendo o al menos manteniéndose estable. La proporción en la que poseas diferentes clases de activos es un tema propio de cada tipo de inversor.
Reequilibrar
Si estás administrando tus propias inversiones, entonces este es un punto muy fácil de pasar por alto. Sin embargo, es crucial. Considera diversificar tu cartera combinando acciones, bonos y efectivo de riesgo alto y medio. Elige la combinación con cuidado, en función del riesgo que deseas asumir. Pero, ¿y si las acciones tienen un muy buen período de crecimiento? Luego, una mayor parte de tu dinero está en una inversión de mayor riesgo , por lo que tu combinación ha cambiado con respecto a tu plan original. Esto puede hacer que no sea adecuado para tu objetivo. Esta es la razón por la que debes revisar tu cartera regularmente (por ejemplo, trimestralmente) y mover los activos si es necesario para mantener la mezcla adecuada.
No intentes ‘cronometrar el mercado’
Los mercados bursátiles son sistemas caóticos, como el clima: no puedes predecirlos, pero puedes prepararte para ellos. Trata de hacer de tu cartera un vehículo para todo tipo de climas, que pueda sobrevivir a las tormentas y luego disfrutar del sol. Si confías en el tiempo con demasiada frecuencia, tarde o temprano perderás el tiempo y te quemarás.
Deja de lado tus emociones
Una vez que te involucres, invertir puede ser tan emotivo y convincente como seguir a un equipo deportivo. Esto puede tener sus ventajas, pero también puede conducirte a decisiones irracionales repentinas, como rescatar un fondo elegido durante una mala racha, cristalizando así tus pérdidas. En ocasiones, es interesante contar con un asesor que te brindará tanta o tan poca participación como desees, y puedes analizar posibles decisiones más allá de ellos para verificar su solidez. Un asesor no te anulará, pero detectará los riesgos y las oportunidades que puedes haber pasado por alto.